domingo, 16 de diciembre de 2007

La Fuerza Muscular del Futbolista. Demanda y Respuesta sobre la Fuerza en el Jugador de Fútbol

La Fuerza Muscular del Futbolista. Demanda y Respuesta sobre la Fuerza en el Jugador de Fútbol
Piero Mognoni1, Mario D. Sirtori1.
1Instituto de Tecnología Biomédica Avanzada del Centro Nacional de Investigación, Milán, Italia.
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Entre los requisitos fisiológicos para practicar el deporte del fútbol, está presente la fuerza; es decir, la posesión de una musculatura de las piernas bien desarrollada, apta para la producción de una alta potencia explosiva y capaz de esfuerzos cortos y muy intensos, utilizando mecanismos energéticos de tipo anaeróbicos. En primer lugar, se necesita definir de qué tipo es la fuerza expresada por el futbolista, y en cual unidad de medida hay que considerarla. Se analizan los momentos de fuerza desarrollados por varios grupos musculares durante el remate del balón, y considerando un examen de la velocidad del balón en relación a la fuerza ejercitada por la pierna. Por lo tanto, se consideran los «tests» que miden el traslado en vuelo del centro de gravedad como índice de evaluación de la fuerza desarrollada por los músculos extensores de las piernas.
Luego se proponen las funciones extraídas de las relaciones de estos parámetros con la edad; ya sea en deportistas de equipos profesionales o aficionados. Se añaden en fin, medidas de fuerza de grupos musculares agonistas, antagonistas y contra laterales de la pierna, aun en relación al entrenamiento.
¿Cómo se puede definir la Fuerza?
Responder no es fácil. La Biomecánica se ocupa de seis tipos de fuerza llamadas fuerza inercial, fuerza-peso, fuerza de fricción entre sólidos; fuerza de fricción entre sólidos y fluidos; fuerza elástica y fuerza centrífuga/centrípeta. Cada una de estas fuerzas es definible matemáticamente:
Fuerza inercial F = m * a
Fuerza-peso Fp = m * g
Fuerza de fricción entre sólidos Fa = Fp * m
Fuerza de fricción entre sólidos y fluidos Fr = 0,5 * Af * Cx * d * v2
Fuerza elástica Fe = E * D1
Fuerza centrífuga Fc = m * v2 * r -1
En algunos aspectos biomecánicos inherentes al juego del fútbol es necesario tomar en consideración una sola de estas fuerzas.
¿Qué elementos físicos tiene en común la palabra Fuerza?
Toda la fuerza tiene en común una idéntica unidad de medida y es convertible mediante elementos más bien simples.
¿Cuál es la unidad de medida de la Fuerza?
La unidad de medida de la fuerza es el Newton (N). Hay dos motivos para la elección de esta unidad de medida. El primero es de orden «sentimental». La humanidad entera debe honrar a Isaac Newton, que en 19 años de elaboración mental, inventó parte de la física y de la matemática.
La segunda, más importante, es que en alternativa al N, se usa el Kilogramo (Kg) que en realidad es la unidad de medida de la masa. Esto es un elemento de error y confusión cuando de medidas de fuerza se pasa a medidas de trabajo o de potencia.
¿Cómo se puede definir el Newton?
El N es la fuerza que aplicada a la masa de 1 kg aumenta su velocidad de l metro por segundo. La Velocidad de 1 m/ s, corresponde a 3,6 km/h. Naturalmente se puede afirmar también que 1 N imprime a la masa de 0,5 kg. la aceleración de 2 m/s2 o que imprime a la masa de 2 kg la aceleración de 0,5 m/s2. Hasta aquí podemos definir la fuerza acelerativa como el producto entre masa y aceleración. En reaidad la definición de la fuerza acelerativa no es otra cosa que el segundo principio de la dinámica.
¿Por que la fuerza que realiza un músculo o un grupo de músculos no se expresa en N, sino en Newton-metros (N * m)?
Para medir la fuerza se necesita que el sujeto que empuje con un segmento corpóreo; por ejemplo, la pierna contra una palanca que esta fija (Figura 1); o se mueve a una velocidad constante que viene programada por el operador. En este segundo ejemplo se habla de medida isokinética.
Figura 1. Ergómetro para la medida de la máxima fuerza voluntaria ejercida de los músculos extensores de la pierna.
Si el elemento de evaluación es conectado debajo de la rodilla, se nota que la fuerza es mayor, que cuando se lo coloca cerca del tobillo. Sin embargo, el producto entre la fuerza aplicada (F) y la distancia entre el centro de rotación y el punto de medida (b) es constante. Tal producto es llamado momento de fuerza o torque, y tiene por unidad de medida el N * m.
¿Es posible conocer la fuerza desarrollada por los miembros inferiores cuando se remata el balón?
Los músculos que se insertan en una articulación o varias, no son para provocar desplazamientos lineales entre dos segmentos corporales adyacentes, sino solo desplazamientos angulares del uno respecto del otro.
Además la aceleración angular no depende de la fuerza y de la masa; pero si del momento de fuerza o torque y de la masa inercial. Imaginemos una ruleta, donde su movimiento puede dar una idea de estas dos grandezas físicas (Figura 2). En la Figura 2 se observa que en un movimiento angular, la aceleración angular (w) varía de acuerdo al punto de aplicación de la fuerza (F) y el centro de rotación (b).
Figura 2. En un movimiento angular, la modificación de la masa inercial del brazo de palanca causa una variación de la aceleración angular.
En un movimiento angular, el segundo principio de la dinámica (F = m * a) puede ser enunciado así:
F * b = I * w
Donde F * b representa el momento de fuerza, I la masa inercial y w la aceleración angular. Con el empleo de la cinematografía rápida se puede describir el desarrollo temporal del ángulo entre el muslo y la vertical (Huang et al 1982). En la Figura 3 (panel A), el tiempo 0 corresponde al momento de máxima extensión del muslo, mientras el tiempo 0,3 s al momento del impacto. En el panel D, se nota que en la primera décima de segundo, el desplazamiento angular es inferior al de la segunda décima de segundo. La misma información se deduce del panel B, donde se observa el desarrollo temporal de la inclinación pendiente de la función observada en el panel A. Tal pendiente es la velocidad angular. En el panel B, se nota que la velocidad angular aumenta hasta una décima de segundo antes del momento del impacto y luego disminuye; en otras palabras, el muslo acelera inicialmente y después desacelera, luego del impacto. En el panel C, muestra el desarrollo temporal de la aceleración, que no es otra cosa que la pendiente de la función representada en el panel B.
Figura 3. El desplazamiento temporal del ángulo trazado por el muslo y el eje vertical durante un remate de balón.
El impacto con el ba1ón se verifica después de un movimiento de la pierna, de arriba para abajo y de atrás hacia adelante.
La Figura 4 muestra en el panel central el desarrollo de la aceleración angular del muslo y de la pierna. Además el tiempo 0 de la figura anterior corresponde al momento en que la angulación del muslo, respecto al eje central, es mínima (cerca de 50°). El momento del impacto, en esta figura, se halla cerca de 0,3 s en el punto de máxima velocidad angular de la pierna. En cada caso, el pico de la aceleración angular positivo de la pierna es más del doble, respecto de aquel del muslo y se verifica en un tiempo sucesivo.
Figura 4. Variación de la aceleración angular y del momento de fuerza del grupo muscular del tren inferior en el remate del balón.
Figura 5. Valores Obtenidos en el test en sentadillas en deportistas profesionales.
Reconsiderando la aplicación al movimiento rotatorio del segundo principio de la dinámica, el momento de fuerza desarrollada por los músculos extensores de la pierna es mayor que la de los músculos flexores del cuadriceps, a causa de la mayor aceleración angular. El resultado aparece en el panel C.
¿De qué factores depende la velocidad impresa al balón durante un partido de fútbol?
Para responder es necesario introducir un nuevo elemento que es el producto entre fuerza y masa, y es llamada «cantidad de movimiento» (q = m * v). Para tal mensura sirve la ley de la conservación de (q) que afirma que en un sistema aislado, no sometido a fuerzas externas, la (q) total no varía. Se considera el sistema aislado, representado por el pie que se mueve hacia adelante y el balón firme sobre el terreno de juego. Inmediatamente del impacto, la (q) total está dada por el producto entre la velocidad del pie y la masa inercial del miembro inferior.
Inmediatamente después del impacto la (q) total es repartida sobre la masa del miembro inferior y sobre la masa de 0,454 kg del balón.
Figura 6. Potencia media durante 15 segundos en saltos en alto en deportistas profesionales
Figura 7. Variación del desplazamiento en vuelo del centro de gravedad de un salto a partir de posición de sentadillas (flexión de rodilla en 90 grados) en relación a la edad
Ya que la segunda masa es inferior a la primera, balón adquiere una velocidad que es superior cerca del 30 % respecto a la máxima velocidad del pie, inmediatamente al primer contacto. En definitiva, la velocidad inicial del balón depende del momento inercial del miembro inferior y de la velocidad lineal del pie que es la consecuencia de los momentos de fuerza generado por los músculos que actúan a nivel de la cadera, de la rodilla y del tobillo.
¿Es posible que la máxima velocidad del balón aumente en consecuencia del entrenamiento, en un grado que induce un aumento de la fuerza muscular?
En los estudios experimentales este problema no tiene una conclusión unánime. Los estudios más recientes (Trolle et al. 1993) muestran que provocando aumentos de torque del cuadriceps del orden del 20 %, se obtiene aumento de la velocidad máxima del balón del orden del 1-2 %, lo que no es significativo del punto de vista estadístico. Sin embargo, los autores sostienen que la fuerza sería mayor si se entrenara los músculos flexores del muslo.
Además la velocidad angular utilizada para el entrenamiento es mucho más baja que aquella medida durante las contracciones que se verifican en el juego.
¿La evaluación de la fuerza muscular puede ser medida sobre el campo con métodos simples?
De acuerdo a algunos índices, fácilmente mensurables, la proporción de la fuerza está en relación del segmento empleado. Pero estos índices significan poco si no hay datos normativos. Existen datos normativos gracias a la labor del Prof. Roberto Sassi (datos no publicados), que con tenacidad recolectó datos normativos respecto del salto en alto, firme, simples o múltiples, en jugadores de todas las edades. La Figura 5 muestra los desplazamientos en vuelo del centro de gravedad durante salto en alto firme, partiendo de una flexión de rodilla de 90°. Cada columna oscura, representa el valor medio, mientras que las dos columnas claras adyacentes representan los valores extremos de cada equipo. Los primeros 4 equipos militan en serie A, mientras el quinto en serie B. Del análisis só1o están excluidos los arqueros. En la última columna se encuentra la comparación con los resultados de los esquiadores del equipo nacional de Slalom.
La figura 6 es similar a la precedente pero se refiere a la potencia media durante una serie de saltos en alto, de firme, de una duración de 15 segundos. Todas las mediciones fueron ejecutadas al inicio de a preparación.
No hay diferencias significativas entre los cinco equipos de fútbol considerados. Algunas diferencias individuales en un test pueden poner en sospecha que se este midiendo algo que tiene que ver con la prestación agonística. Por el contrario, puede no ser importante saber que el jugador puede hacer un test débil y mejorarlo en el campo. Con el desarrollo de la fuerza ascensional se puede consolidar un buen saltador.
Figura 8. La variación del desplazamiento del centro de gravedad durante un salto con contra movimientos y los brazos a los costados (Cmj), en relación a la edad
Figura 9. La variación del desplazamiento del centro de gravedad durante un salto con contra movimientos y los brazos libres (Cmlj), en relación a la edad
¿Hay datos normativos disponibles para estos tests?
Las Figuras 7, 8 y 9 muestran un tratamiento de datos. Esos datos se han interpolado con una función polinómica de segundo grado, que corresponde gráficamente a una parábola. Los datos de las figuras se refieren al período inicial de la preparación, y fueron confrontados con aquellos obtenidos en la temporada agonística.
Las relaciones se refieren al salto en alto de posición firme, partiendo de posición de sentadillas (Squat) con 90° de flexión (Figura 7), al salto en alto de firme, con contra movimiento y brazos a los costados (Figura 8), y al salto de firme, con contra movimiento y brazos libres (Figura 9).
En las Figuras 10 y 11 se confrontan las variaciones de los desplazamientos en vuelo del centro de gravedad según el tipo de tests, y a la vez relacionados a jugadores profesionales y amateurs.
¿Se puede sugerir cualquier tipo de ejercicio particularmente útil para mejorar la fuerza en el futbolista?
En general, nos abstenemos de dar sugerencias sobre técnicas de entrenamiento, por el simple motivo de que hay muchas personas que se ocupan de la teoría del entrenamiento.
Se puede agregar que, frecuentemente, la teoría del entrenamiento no posee suficientes datos experimentales que habitualmente son difíciles de recolectar. De todos modos, es interesante estudiar la medida de la respuesta anátomo-funcional que se verifica en la gimnasia en agua o Aquagym. Consideraciones de tipo biomecánicos sugieren que son útiles para adaptar el Aquagym y utilizarlo para el incremento de la musculatura de los miembros inferiores en futbolistas.
¿La composición de las fibras musculares de los futbolistas es igual a aquella población de control, o es particular?
En realidad só1o en pocas especialidades hay diferencia de distribución de fibras respecto a aquella observada en poblaciones de control. Este no es el caso del juego del fútbol. Seguramente individuos con características fisio1ógicas bastante diversas pueden jugar el uno junto al otro en un equipo de fútbol, debido a las funciones tácticas diferentes.
Figura 10. La variación del desplazamiento en vuelo del centro de gravedad según el tipo de test seguido en deportistas adherentes a la Liga de Fútbol profesional
Figura 11. La variación del desplazamiento en vuelo del centro de gravedad según el tipo de test seguido en deportistas adherentes a la Liga de Fútbol profesional
¿Cuál es la relación del momento de fuerza entre músculos flexores y extensores de la pierna en el futbolista?
Varios autores han valorado los grupos musculares de las piernas. Tales mediciones, generalmente se han ejecutado con ergometrías isoquinéticas a diversas velocidades angulares (Narici, Sirtori, Mognoni 1988; Oberg et al. 1986; Poulmedis 1985; Rochcongar 1988).
Los jugadores de fútbol resultan ser más fuerte que los no jugadores, ya que hay mayor diferencia de fuerza entre los músculos flexores y extensores de la pierna.
El informe del momento de fuerza entre los flexores y los extensores es de cerca del 60 %, a una velocidad de 30°/ s, mientras resulta ser del 75 % a la velocidad de 180°/s. Tales valores resultan ser mayores respecto a aquellos de las poblaciones sedentarias. También en el seno de un equipo hay variantes, ya que se miden valores más altos en los atacantes respecto a los arqueros y defensores, los cuales poseen músculos extensores más potentes. Algunos autores (Poulmedis 1985; Oberg 1984) han propuesto hipotéticamente un porcentaje de fuerza de un 60 % entre la musculatura flexora y extensora de la pierna, con el fin de reducir el riesgo de lesiones.
¿Existen efectos, consecuentes al entrenamiento de un grupo muscular, sobre músculos antagonistas o sobre músculos de los miembros contralaterales?
Entrenando los extensores de un lado, se ha observado en los músculos contralaterales un aumento de la fuerza. Tal aumento es menor respecto a aquellos medidos en los miembros entrenados, y no están acompañados de una significativa hipertrofia muscular, como sucede en cambio en los miembros sometidos al entrenamiento. Se puede hipotetizar que tal efecto es debido a la facilitación para la transmisión neuromuscular y el reclutamiento de la unidad motora. Respecto de los efectos causados por el entrenamiento del cuadriceps sobre antagonistas, aun no se han hallado datos significativos que generen un hipotético resultado positivo. Es evidente también, que a pesar de que sea escaso el entrenamiento dedicado por los jugadores a los flexores de la pierna, estos resultan más fuertes en los jugadores de fútbol respecto de la población no futbolista.
REFERENCIAS
1. Huang T.C., Roberts E.M., Youm Y. Biomechanics of kicking. in: Human Body Dynamics (a cura di Dhanjoo N. Ghista), Clarendon Press. 1982.
2. Int. J. Sport Med, 1986, 7, 50-53. Muscle strength and flexibility indifferent positions of soccer players. Int. J. Sport Med.,5,213-216. 1984.
3. Narici M.V., Sirtori M.D., Mognoni P. Maximal ball velocity and peak torques of hip flwxors and knee extensors muscle. in: Science and Football 2° (a cura di Reilly T., Lees A., David K., Murpy W.J.), E., and Spon, Liverpool. 1993.
4. Oberg B., Moller M., Gillquist S., Skstrand J. Isokinetic torque levels for knee extensors and knee flexors in soccer players. Int. J. Sport Med, 7, 50-53. 1986.
5. Poulmedis P. Isokinetical maximal torque power of greek elite soccer players. J. Orthop. Sports Phys. Therapy, 5, 293-295. 1985.
6. Rochcongar P., Morvan R., Jan J., Dassonville J., Boillot J. sokinetic investigation of knee extensors and knee flexors in young french soccer players. Int. J. Sport Med., 9, 448-450. 1988.
7. Trolle M., Aagard P., Simonsen E.B., Bangsbo J., Klausen K. Effect of strenght training on kicking performance in soccer. in: Science and Football 2' (a cura di Reilly T., Clarys J., Stibbe A.), Liverpool, E. and Spon. 1993.

7 principios para el entrenamiento del futbol

1. Enseñe a pensar a los niños. Plantee retos para que los niños resuelvan los problemas, se les ha de enseñar a pensar para que ellos resuelvan los problemas.
2. Automotive a los niños. Agrupe a los niños según sus características haciendo grupos homogéneos y en los que puedan competir y automotivarse.
3. Busque desarrollar, sobre todo, los elementos técnicos básicos: conducción, dribling, pase, control…
4. Busque, sobre todo, que los niños toquen mucho balón y que ganen destreza con el.
5. Intente que el equipo juegue más con el balón.
6. Enseñe al niño que en el fútbol lo más importante es el balón y el adversario.
7. No busque fabricar futbolistas sino generar condiciones para su desarrollo.

Métodos Integrales para la Preparación Física de Jugadores Jóvenes

Métodos Integrales para la Preparación Física de Jugadores Jóvenes
Carlos Garcia.
European Handball Federation, Portugal.
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FILOSOFIA DEL ENTRENAMIENTO
Personalmente considero en la instrucción de entrenadores y no dudo que usted también la considera, como una de las actividades más determinantes para la correcta intervención en el entrenamiento y especialmente en el entrenamiento de los jóvenes.
En la mayor parte de los casos el entrenamiento de los jóvenes es relegado a voluntarios quienes por varias razones no permanecen mucho en esta actividad, lo cual lleva a una discontinuidad en la formación de los atletas.
El entrenamiento de atletas jóvenes, puede también ser un arma de doble filo. Si se realiza en la dirección correcta, puede provocar efectos extremadamente positivos, sin embargo si se utiliza en la dirección incorrecta, es obvio que perjudicará en gran proporción a los atletas.
Es muy importante que los entrenadores tengan una correcta filosofía del entrenamiento. La palabra filosofía es tomada por muchos, como un concepto que no tiene nada que ver con la práctica y es comúnmente entendida como un conjunto de conocimientos teóricos. Sin embargo, si observamos con mayor atención, no solo verificaremos su gran conexión con el lado práctico sino también la gran orientación que nos da a cada uno en nuestras vidas. Por ello, siguiendo este pensamiento, considero que todos los entrenadores deberían tener una filosofía personal con respecto a lo que hacen mientras practican esta actividad. La filosofía de los entrenadores esta constituida por la certeza y los principios que guían sus actos. Esto pasa principalmente por un buen conocimiento personal y por la honestidad que muestran cuando están trabajando.
Las decisiones mas importantes para que los entrenadores construyan una correcta filosofía de entrenamiento son:
Definición de los propósitos del entrenamiento
¿Por qué queremos ser entrenadores?
¿Qué deseamos alcanzar como entrenadores?
¿Qué estilo de entrenador queremos asumir?
¿Cómo llevaremos a cabo nuestra actividad?
Acerca de las razones que comúnmente toman los entrenadores para el ejercicio de sus funciones, tenemos que considerar:
La victoria y/o la búsqueda del éxito
Ayudar a los jugadores a disfrutar de la actividad que practican, divirtiéndose mucho mas mientras realizan la actividad como jugadores.
Contribuir al desarrollo de los jóvenes, en la parte física, psicológica y social, teniendo conciencia que el entrenador es también un educador, mayormente desde el punto de vista de su posición en la sociedad.
El objetivo principal es saber cual de estas tres situaciones es la mas importante y cual de ellas constituye la mayor preocupación mientras el entrenador está en actividad. Muchas veces estas situaciones entran en conflicto unas con otras. Muchas veces vemos que los entrenadores expresan que la tercera razón es la mas importante para ellos y cuando vamos al gimnasio y observamos su metodología de trabajo vemos que es exactamente la situación opuesta.
No tenemos dudas de que la correcta filosofía de intervención en el entrenamiento de los jóvenes puede ser resumida por la siguiente oración: “Primero los jugadores, luego las victorias”.
Lo que estamos tratando de decir con esta expresión es que, como entrenadores la primera decisión que tenemos que tomar es hacer los que sea mas correcto para los jóvenes y solo entonces preocuparnos por ganar. No estamos diciendo que ganar no es algo importante. El esfuerzo por alcanzar la victoria es sin duda una parte esencial en la practica del deporte y ... no tratar de ganar es ser un competidor deshonesto.
Yo pienso que todos los entrenadores debemos tener siempre presente las tres razones señaladas, pero en la formación de jugadores jóvenes el propósito a largo plazo es siempre el más importante.
COMO COMUNICARSE
Otro problema determinante en el rendimiento del entrenador es la comunicación. Todos sabemos que la comunicación es un elemento decisivo. No todas las personas tienen presente que la comunicación no es solo hablar sino también escuchar. Muchas veces los entrenadores solamente hablan y no escuchan nada. Pero la comunicación no es solamente verbal, también puede ser transmitida por expresiones o incluso por acciones.
El entrenamiento es principalmente un proceso de comunicación. Muchas veces verificamos que los entrenadores fallan debido a algunos errores en la comunicación, con lo jugadores, con las familias de los entrenadores, con los agentes del mismo deporte y con el público.
MOTIVACION
Ahora vamos a observar otro problema que se esta volviendo principal en el proceso de entrenamiento. La motivacion. Todos sabemos cuan importante es entender realmente bien el concepto de esta palabra. Probablemente todos los entrenadores han vivido la frustración de ver un gran jugador, un enorme talento no esforzarse lo suficiente y no realizar correctamente su trabajo. Esta frustración parece deberse a la inhabilidad del entrenador de hacer que el atleta haga lo que está dentro de sus posibilidades.
Cuando los entrenadores buscan una respuesta a este problema, terminan siempre con esta cuestión: ¿qué puede hacer?
La respuesta no es fácil. Muchas veces parece incluso un misterio o un secreto de los dioses. Pero pasa principalmente por conocer bien al ser humano con el cual estamos trabajando. Los psicólogos pueden darnos una preciosa ayuda, pero el tiempo y la experiencia son fundamentales. Así como el jugador necesita algunos ejercicios para mejorar su técnica, el entrenador necesita ciertas observaciones para mejorar su capacidad para motivar. Sin embargo, existen principios comunes: “las personas se motivan a si mismas para hacer lo necesario para cumplir con sus necesidades”. El problema es hallar esas necesidades, ya que sabemos que son diferentes de una persona a otra. El entrenador tiene la obligación de tratar de conocer mejor a su atleta. La motivación es un problema que debe resolverse gradualmente e individualmente.
Cuando los jóvenes realizan un deporte, tienen una enorme necesidad de sentirse apreciados, lo cual constituirá una de la preocupaciones mas importantes del entrenador en el ejercicio de su función. Podemos hacer mucho por los atletas, pero si vamos en contra de sus sentimientos, verificaremos que harán todo lo posible para protegerse a si mismos contra esta agresión.
Esta necesidad de sentirse estimado, en la práctica de un deporte, puede cubrirse a través de dos componentes:
Sentirse competente
Vivir situaciones de éxito
El concepto de éxito requiere de cierta reflexión. Muchas veces podemos verificar que los jugadores con exitosos, aquellos que tienen carreras largas y brillantes, no definen su éxito solo por el número de victorias. Por el contrario, su propósito en este concepto es mejorar sus propio rendimiento. Son conscientes de que compiten con otros atletas, pero construyen su auto estima en base a sus propias referencias y en base a sus objetivos personales. Este es un ejemplo para seguir y debería aplicarse de forma global. La auto estima mejorará si nos concentramos mas en este tipo de objetivos y menos en los resultados de la competencia.
Es un error transmitirle al atleta la noción de que si se esfuerza lo suficiente ganará, ya que aun cuando el atleta halla jugado a su mejor nivel y de halla esforzado al máximo, es posible que el adversario sea mejor que el o que el arbitro cometa un error y el pierda el juego, y es en esta situación es donde aparecen los malos resultados. Ni el jugador ni el entrenador tienen en sus manos el control total de la victoria. Sin embargo, si nos podemos concentrar en nuestro propio rendimiento, además de ser mas realistas, tendremos un mayor control de la situación.
Para los jugadores definir un objetivo realista de rendimiento no es una tarea fácil, debido a que estos son parte de la sociedad, pueden ser influenciados por otras personas, como por ejemplo por los entrenadores, que pueden establecer objetivos extremadamente difíciles; o por ejemplo a otro nivel, los jugadores pueden ser influenciados por los medios, que a veces esperan resultados que exceden a los jugadores y sus capacidades.
Una de las principales tareas del entrenador en el campo de la motivación es ayudar a sus atletas a definir objetivos de rendimientos realistas, trabajando especialmente en la reducción de la ansiedad que le permitan vivir situaciones mas placenteras.
La motivación involucra:
Claridad en la filosofía del entrenamiento
Correcta comunicación
Incremento en la auto estima
Concentrarse en el rendimiento personal
Placer
CALIDAD
En nuestros días hablamos mucho acerca de la calidad. Calidad de vida, calidad de trabajo, producto de calidad ... calidad del entrenamiento. Esta reflexión nos sugiere la contradicción que muchas veces verificamos entre el desarrollo del potencial físico durante la formación de un atleta y el posterior rendimiento específico del atleta cuando ser requiere que muestre mayores resultados.
Si buscamos las explicaciones a esta situación hallaremos que en la mayoría de los casos la aplicación de altas cargas de entrenamiento, que sabemos promueven un rápido desarrollo del rendimiento en las fases iniciales, tienen como consecuencia un agotamiento prematuro.
El incremento en las competiciones internacionales para atletas jóvenes tiene como consecuencia en ciertos casos, una reducción significativa del tiempo de entrenamiento, lo que provocará serios daños en la estructura básica del proceso de aprendizaje en sus diferentes fases, por lo cual el entrenador buscará la especialización del atleta, pero sin razones para ello.
También podemos verificar que en los clubes, el segundo nivel de desarrollo (considerando a la escuela como el primero); la continuidad del trabajo con los jóvenes es algo irregular. Los entrenadores están como máximo tres años con el mismo grupo, pasando el mismo grupo a otros entrenadores. Por lo tanto es necesario imponer, teniendo en mente los resultados a largo plazo, una coordinación global de la técnica con una integración gradual durante la formación del atleta. El requerimiento de rendimientos relativamente altos a los deportistas jóvenes, puede condicionar el desarrollo del rendimiento en el alto nivel. Como sabemos la preparación de un atleta de alto nivel no permite mucha libertad, pero, por otro lado con el atleta joven podemos utilizar mas estrategias de preparación y orientación a los propósitos del deporte.
La calidad de entrenamiento pasa por una mejora continua de la teoría del entrenamiento deportivo. Pero también a través del reconocimiento del rendimiento de alto nivel y de cuales elementos pueden ser influenciados.
Hoy en día la preocupación a nivel del entrenamiento es el desarrollo de mecanismos que:
Hagan posible una mejor coordinación
Desarrollen la velocidad (en caso de igualdad, el ganador es siempre el más rápido)
Desarrollen la potencia.
La calidad del entrenamiento pasa por la experiencia del entrenador, por el entrenamiento multilateral y por el entrenamiento diversificado (un aspecto aún poco explorado). Diversidad de los contenidos – aplicación de diferentes ejercicios, diversidad de métodos – aplicación de diferentes soluciones metodológicas; diversidad de situación - aplicación de diferentes variantes en la organización.
LA PREPARACION FISICA
Es la base de todo proceso de enseñanza – aprendizaje, la preparación física condiciona tanto la obtención de resultados como también el trabajo de formación.
Sin restarle importancia a la preparación técnica y táctica, lo que determina el nivel de gestos y movimientos es sin lugar a dudas el componente físico. Es necesario tener en cuenta que este aspecto primordial debe reflejarse en el contenido de todas las lecciones de entrenamiento. La preparación física es la base de todas las preparaciones y debe tener un lugar significativo en cada período.
La preparación física es el nivel de desarrollo de las posibilidades motoras de los jugadores, obtenida a través de la repetición sistemática de ejercicios físicos. Esto significa la mejora de las cualidades motoras, el dominio de una amplia variedad de habilidades y el desarrollo de índices morfológicos y funcionales del organismo en concordancia con los requerimientos del juego.
El desarrollo del proceso de preparación física está condicionado por una serie de factores determinantes, tales como el estado de salud, el desarrollo físico, las aptitudes motoras y las cualidades físicas. Como todos sabemos la técnica y la táctica, como también los aspectos físicos son el resultados de las cualidades motoras básicas. Si estas están representadas deficientemente en las estructuras biológicas de los jóvenes, incluso con un buen proceso de preparación, nunca pasaremos de un mal resultado. Por lo tanto, el primer paso en la preparación física es la selección de los jugadores.
La preparación física se trabaja de dos formas, la preparación física general y la específica. La primera trata de enriquecer el lenguaje motor del atleta, su objetivo principal es incrementar la capacidad funcional del organismo y desarrollar las cualidades motoras impuestas por cierto nivel de preparación. Es principalmente una preparación multilateral. La segunda forma de preparación es el proceso de manejar selectivamente mayores funciones y habilidades motoras, en concordancia con las variables del esfuerzo específico del handbol y con los requerimientos de los resultados competitivos. Esto hace la conexión entre las cualidades motoras y el automatismo del deporte y entre el desarrollo morfológico funcional y la técnica y táctica del juego.
LA CARGA EN EL PROCESO DE ENTRENAMIENTO
La cuestión de la carga del entrenamiento también debe ser destacada. Con especial atención a los períodos de reposo que se deben dar a los jugadores. La preparación para altas cargas, esto es, el aumento continuo y efectivo de la carga, debe tener en cuenta que el joven atleta puede soportar altas cargas solo si ha sido preparado para ello, es decir si tiene tiempo y condiciones para ello. Por lo tanto el incremento de la carga debe estar relacionado con el desarrollo del atleta de modo que pueda dominar este incremento. Actualmente vemos que esto tiene menos que ver con la práctica del deporte y mas con la falta de tiempo.
En este nivel lo importante es el incremento continuo de la dificultad en los requerimientos y especialmente el desarrollo de la velocidad y la potencia.
Tendremos entonces que considerar que la preparación física de jugadores jóvenes debe tener en cuenta dos aspectos básicos:
La orientación de la carga del entrenamiento;
La definición de los objetivos metodológicos en función de la orientación de la carga.
Acerca del primer punto, la carga del entrenamiento deberá ser definida en función de la caracterización del atleta con respecto a:
Factores genéticos
Crecimiento
Maduración
Etapa de la formación
Etapas del desarrollo de las capacidades motoras
Las características del deporte, con respecto a las demandas motoras, físicas y metabólicas
Las características del cronograma de competición.
Acerca del segundo punto, y como resultado de las caracterizaciones definidas, resultan tres objetivos metodológicos:
La sistematización del entrenamiento a largo plazo, con una profunda identificación de los contenidos, de las formas, los métodos y los procesos de control y evaluación.
Una organización adecuada del desarrollo de las capacidades motoras, definiendo las relaciones entre volúmenes, intensidades y densidades del entrenamiento.
El respeto por la progresión de la carga como uno de los objetivos más importantes del desarrollo para la mejora de las adaptaciones funcionales del organismo y la mejora del rendimiento deportivo.
Con respecto al jugador, es importante conocer las variables de su desarrollo, para ello vamos a considerar las características del trabajo para un jugador de entre 14 y 19 años.
Tabla 1.
ENTRENAMIENTO INTEGRADO
Como podemos inferir de las explicaciones previas, el planeamiento del entrenamiento debe realizarse de acuerdo con objetivos específicos y estos deben tener en cuenta las condiciones existentes. Los objetivos siempre tienen que respetar dos factores: edad y fase de aprendizaje (iniciación, mejora y entrenamiento).
La especificidad del entrenamiento debe respetar las características individuales de cada jugador y las tareas que debe realizar sin olvidar su integración al grupo.
El comité de competiciones en los deportes colectivos determinará muchas veces la realización de programas especiales, así como también el incremento del sistema profesional y el incremento del número de competencias.
Por lo tanto en muchos casos deberemos buscar por formulas de entrenamiento que nos permitan alcanzar objetivos dobles. La solución no es sencilla, especialmente en el alto rendimiento, donde la obligación de éxito entra en contradicción con las fases de formación y crecimiento de los atletas, una situación muy común en los equipos nacionales junior.
En cualquier deporte la condición física constituye un contenido integral del entrenamiento. En los deportes colectivos, la técnica y la táctica tienen también gran importancia y por ello es necesario dedicarles una buena parte del tiempo del entrenamiento.
En el handbol, la condición física es la única vía para alcanzar el objetivo final. Tenemos tres diferentes posibilidades para entrenar la condición física:
Entrenamiento integrado
Entrenamiento específico
Entrenamiento de apoyo
Entendemos al entrenamiento integrado como la combinación de los factores físicos, técnicos, tácticos y psicológicos que influencian el resultados de un equipo en el mismo momento del trabajo, cada vez que proponemos un objetivo principal se debe observar la influencia del contenido del entrenamiento sobre otro. En esta perspectiva la técnica y la táctica son las prioridades principales, pero en tales condiciones se impone la necesidad de desarrollar uno o varios factores determinantes de la condición física.
La segunda posibilidad de entrenamiento debe ser llevada a cabo a través de ejercicios técnicos y tácticos del handbol. El objetivo principal siempre es el desarrollo de la condición física y los ejercicios escogidos tienen como fin la mejora de los factores implicados.
En la tercera posibilidad el único objetivo es el desarrollo de la condición física, los ejercicios no tienen necesariamente que tener las características de la técnica y la táctica del juego. Su única relación puede ser el hecho de que los ejercicios tienen la capacidad de trabajar las cualidades físicas mas importantes para la práctica del deporte.
El entrenamiento integrado, permite en ciertos casos ahorrar tiempo y acelerar la preparación. El momento ideal para su aplicación y el porcentaje a considerar todavía es discutido. Sin embargo, yo pienso que tiene su mayor aplicación en el alto nivel y en períodos competitivos con pequeños intervalos de preparación entre cada juego.
En el planeamiento y acompañamiento del entrenamiento integrado es importante que participen todos integrantes del cuerpo técnico. Es necesario un planeamiento previo y exhaustivo de las unidades de entrenamiento y de los ciclos de entrenamiento. De cierta manera es un modelo de entrenamiento innovador, aunque podemos hallar diferentes contribuciones al problemas realizadas por varios autores tales como Bayer, Román, Antón, Tschiene, Chirosa. Este tipo de entrenamiento es útil para períodos competitivos en los que se vuelve necesario incrementar la capacidad de rendimiento sin perder el ritmo competitivo y con altas demandas de concentración y participación por parte de los jugadores.
El entrenamiento integrado en el handbol debe respetar el hecho de que este deporte está caracterizado por movimientos de una gran complejidad, con y sin el balón, ejecutados en diferentes condiciones, determinadas por la contribución de los compañeros y por la lucha con los adversarios. Se debe tener en cuenta que, desde el punto de vista de la intensidad, los esfuerzos específicos requeridos son tanto submáximos como máximos, desde el punto de vista de la duración, los esfuerzos son variables con interrupciones, con movimientos complejos y diversos, mezclando momentos de esfuerzos anaeróbicos y aeróbicos.
En mi perspectiva el entrenamiento integrado, tiene la capacidad de respetar algunos principios del entrenamiento fraccionado, especialmente con respecto a la posibilidad de intercalar pequeños periodos de recuperación entre horas de trabajo intenso, lo que resulta en un mayor tiempo total de entrenamiento con la posibilidad de trabajar simultáneamente dos o mas factores, así como también tiene la capacidad de respetar algunos principios del entrenamiento continuo en el cual se debería involucrar en el esfuerzo la mayor cantidad de masa muscular posible. Esta combinación permitirá:
Una mejor circulación de la sangre
Mayor producción de energía en el músculo
Mayor transporte de oxigeno al músculo
Mayor capilarización de los músculos involucrados
EJEMPLO PRACTICO
El handbol es un deporte en donde se utilizan las capacidades de fuerza y velocidad. Cada vez se juega mas rápido, con mayor velocidad y con mayores índices de fuerza en la velocidad de tiro, en lo potencia de los impulsos, en las frenadas, los arranques, etc. Siempre se verifica esta forma especial de capacidad física compuesta, donde todos los componentes se combinan. Los requerimientos de la competencia y las variables morfológicas de los atletas han provocado que los entrenadores se preocupen cada vez mas acerca de la capacidad de fuerza. Por ejemplo, en el handbol la capacidad de fuerza velocidad es determinante. Entendemos por fuerza velocidad la capacidad de un atleta para manejar una resistencia submáxima, como por ejemplo su propio peso, con movimientos veloces. Para el desarrollo de esta capacidad los entrenadores se enfrentan con dos problemas: incrementar la fuerza y al mismos tiempo perfeccionar las capacidades coordinativas y la técnica. Cada una de las capacidades puede trabajarse por separado y hasta fuerza del contexto del deporte. Pero el trabajo asociado integrado en formas específicas tienen una enorme ventaja. El juego del handbol no requiere de las capacidades de fuerza o velocidad en su forma pura y aislada. Como vimos anteriormente es posible utilizar algunos métodos de entrenamiento tales como el trabajo de la fuerza velocidad con circuitos o el entrenamiento utilizando ejercicios que imiten los movimientos del juego. En el primer caso es necesario definir:
Número de repeticiones
Número de series
Velocidad de ejecución
Tiempo de pausa entre las series
Forma de ejecución de los ejercicios
Como segundo ejemplo veamos ejercicios que se corresponden con los movimientos específicos del handbol o que se acercan a estos. Para llevar esto a cabo es necesario efectuar estos movimientos apelando para ello a las variaciones en la carga y buscando ejercicios que sean similares a las situaciones de juego. En el caso de la fuerza velocidad todos los movimientos deben ser correctos en cuanto a su ejecución y todos los ejercicios tienen que ser ejecutados a la máxima velocidad.
Ejemplo: pase y recepción en velocidad; movimientos en actitud defensiva, pases y recepciones con skipings a un pie; multisaltos y tiros al arco, realizar un sprint frenar cambiar de dirección y tirar.
Este método de entrenamiento no producirá resultados tan rápidos como el método de circuito, por lo que será necesario tener una mayor frecuencia de entrenamiento durante una temporada larga, al menos dos entrenamientos por semana.
También ya hemos visto algunos aspectos principales del entrenamiento para jóvenes deportistas. En el caso del ejemplo que presentamos, la fuerza velocidad es influenciada en gran medida por los niveles de fuerza máxima. Sin embargo como ya sabemos, esta última está limitada en el entrenamiento debido a la robustez física del desarrollo motor; no obstante la fuerza velocidad puede entrenarse de varias formas permitiendo el desarrollo de la fuerza máxima.
Como ejemplo recordemos que a partir de los 15 años, podemos trabajar con cargas de hasta el 60% del peso corporal de los atletas. A partir de los 17-18 años podemos incrementar la carga de forma gradual hasta alcanzar la fuerza máxima, si fuese necesario.
El entrenamiento integrado puede aplicarse a todas las sesiones de entrenamiento, en combinación con el trabajo táctico y técnico.
Yo pienso que es un sistema de entrenamiento que se ajusta a los requerimientos de la preparación física de jugadores jóvenes.
La mejor interpretación de las explicaciones aquí resumidas obligan al entrenador, especialmente al entrenador de atletas jóvenes a investigar continuamente para responder a las siguientes cuestiones:
¿Cuáles son las causas de la dificultad de aprendizaje que experimentan ciertos jugadores?
¿Cuál es la mejor intensidad para entrenar?
¿Evalúan los jugadores el esfuerzo que se les pide que hagan?
¿Tienen los jugadores una lectura clara del desarrollo de los movimientos y de las situaciones que se les proponen?
¿Hay el espíritu de grupo?

Efecto del Entrenamiento de la Fuerza con Diferentes Intensidades en Futbolistas de 13 y 14 Años

Efecto del Entrenamiento de la Fuerza con Diferentes Intensidades en Futbolistas de 13 y 14 Años
Oscar C. Mazza, Gustavo D. Zubeldía.
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RESUMEN
El propósito de este trabajo fue establecer el efecto que produce el entrenamiento de sobrecarga desarrollado con diferentes intensidades en futbolistas de 13.91±0.30 años pertenecientes a Racing Club durante el año 2005. Se evaluaron 24 sujetos; en los tests de sentadilla (SEN), press banca (PB), Salto en largo s/ imp. (SL), salto desde sentadilla (squat jump) (SJ), salto con contramovimiento (counter movement jump) (CMJ) lanzamiento lateral de balón medicinal sentado (3.5 kg) (LMB). A todo el grupo de sujeto se le determino la composición corporal en 5 componentes (Protocolo de la International Society for the Advancement of Anthropometry, ISAK; W. Ross, D. Kerr, 1988), que consistió en la medición de edad milesimal, peso, talla, talla sentado, 6 pliegues cutáneos, 13 perímetros, y 6 diámetros. Al total de los sujetos se lo dividió en grupo experimental 1 (GE1, n=12) que entrenaron con estímulo de sobrecarga al 50 %- 60% de 1RM y grupo experimental 2 (GE2, n=12) que entrenaron con estímulo de sobrecarga al 70 %- 75% de 1 RM y la combinación con ejercicios balísticos. El entrenamiento de fuerza se desarrollo durante 12 semanas, el cual incluía dos estímulos semanales para ambos grupos; respetando una periodización progresiva y adecuada para dicha circunstancia con diferentes ejercicios de sobrecarga. En el análisis estadístico los resultados de las evaluaciones finales mostraron mejoras en los diferentes tests del GE2 sobre el GE1, pero solo se presentaron diferencias significativas en los tests de LMB (4.86 %, p<0.0001) y SL (7.64 %, p<0.042), siempre a favor del GE2. Estos datos nos permiten concluir que el entrenamiento de sobrecarga solo incidió de manera significativa en los resultados obtenidos a través de los tests SL y LMB, a favor del grupo experimental 2, por lo tanto, consideramos que el entrenamiento de fuerza a estas edades y con las intensidades desarrolladas en este mismo trabajo pueden lograr resultados similares. Por último consideramos que el entrenamiento de fuerza a intensidades elevadas, en períodos de formación deportiva, pueden obtener inmejorables resultados. Por lo tanto, seria productivo en estas edades elaborar trabajos de sobrecarga a intensidades del 80 % de 1 RM, realizando en forma paralela un importante trabajo para desarrollar la musculatura de sostén y desplegando una correcta técnica de ejecución.
Palabras Clave: fútbol juvenil, intensidad, potencia muscular, entrenamiento de fuerza, rendimiento.
INTRODUCCION
La fuerza muscular, en sus diversas manifestaciones, es una de las capacidades condicionantes más determinantes en el rendimiento y la eficacia de las respuestas motoras, porque es una cualidad que esta involucrada en cualquier movimiento. Por rendimiento entendemos los aspectos cuantitativos (más alto, más lejos), y por eficacia el que se consigue el objetivo deseado. En estas dos propiedades del comportamiento motor, la fuerza muscular contribuye mucho (Ball y cols. 1992; Katik, 1995, Payne y cols.; 1997, Hetzler y cols.1997, Falk y Mor, 1996; Faigenbaum, 2000; Fleck, 1998; Suei y cols., 1998), pero la eficacia y el rendimiento son aspectos parciales en el campo de las conductas motrices. La fuerza muscular, por si sola no garantiza otra propiedad esencial del comportamiento motor en el deporte, la corrección (o eficacia).
La corrección, depende del grado de desarrollo, de las capacidades coordinativas y requiere necesariamente de una buena organización de la conducta motriz en el espacio (ajustes espaciales) y en el tiempo (ajustes rítmicos).
La corrección se expresa en el refinamiento de la técnica y la economía de movimiento, contribuyendo a una mejor calidad de las actuaciones, pero no necesariamente de la eficacia. Ambas corrección y eficacia, son propiedades independientes del comportamiento motor. Así que convendría adelantar que el entrenamiento de la fuerza en la Iniciación Deportiva y en estas edades (14 años) no debe entenderse en forma aislada, sino en relación al desarrollo del conjunto de capacidades motoras del joven deportista y posteriormente a la especialización deportiva.
A pesar de lo dicho anteriormente, en el fútbol juvenil actual siguen existiendo técnicos y preparadores físicos que ponen en duda el trabajo de sobrecarga en jóvenes de éstas edades, donde se opina que levantar pesas a temprana edad ocasiona sensibles daños y trastornos a nivel óseo-articulares, sin embargo y obviamente con los pre púberes y púberes, no debemos trabajar para la búsqueda estricta de la fuerza máxima muscular, como también no debemos trabajar sobre su sistema osteomioarticular con cargas que incidan negativamente sobre su desarrollo. De todas maneras ello no quita que los púberes y los adolescentes no puedan levantar pesas, siempre que el nivel de exigencia este acorde a su capacidad individual, tanto en su estadio Tanner como en su estadio biológico y cuyo fin consista en:
Apuntar a su desarrollo somatofuncional.
Desarrollar la coordinación neuromuscular incrementando su acervo motor.
Actuar sobre la coordinación intermuscular mediante la utilización de ejercicios multi –articulares gimnásticos, olímpicos o parte de ellos con bajo peso.
Para analizar el concepto de entrenamiento de sobrecarga con diferentes intensidades, mostramos los resultados que Medvedev y Dvorkin (1987) realizaron en una investigación con 10 levantadores juveniles, aplicando diferentes intensidades a tres entrenamientos de cada uno de los grupos. El estudio duro 6 meses y se analizaron los aumentos de fuerza que se producía en los tests de arranque y sentadilla como consecuencia del entrenamiento a diferentes intensidades (ver tabla 1 y Figuras 1 y 2).
Tabla 1. Intensidades del entrenamiento en las diferentes edades.
Figura 1. Incremento de los resultados de arranque para los levantadores de diferentes edades, durante el entrenamiento con diferentes cargas.
Figura 2. Incremento de los resultados de sentadilla para los levantadores de diferentes edades, durante el entrenamiento con diferentes cargas.
El grupo que concierne a esta investigación (13-14 años) logró los mejores resultados entrenando con la intensidad del 70- 80% de 1 RM, tanto para arranque como para sentadilla.
Por otro lado se observa que se obtuvo una mayor ganancia de fuerza cuando se aplica un entrenamiento con cargas del 50-60-65% comparado con las de 80-90%.
En un trabajo que se examinó el rendimiento de fuerza de niños y adolescentes (Blanksby B. and Gregor, 1981) después de la participación en un programa de entrenamiento, se ha sugerido que cuando se incorpora un programa apropiado de ejercicio con una supervisión adecuada, pueden lograrse mejorías importantes de la fuerza sin lesiones esqueléticas.
En un estudio (Weltman A, Janney C, Rians , 1986) que también se analizó el rendimiento de la fuerza por medio del entrenamiento de sobrecarga, se han encontrado mejorías significativas de la fuerza (5%-40%) en adolescentes que entrenaban 2-3 veces a la semana siguiendo protocolos isotónícos, isocinéticos o isométricos.
En otro estudio con sujetos daneses de 7 a 16 años (Asmussen y Heeboll-Nielsen, 1955, cfr. Haywood, 1993) en donde los chicos fueron agrupados por la variable estatura, en intervalos de 10 cm, donde se les midió la fuerza isométrica máxima; el estudio demostró que la fuerza aumentaba sucesivamente a medida que aumentaba la estatura, confirmando la determinante contribución del tamaño corporal (asimilando en este estudio el tamaño muscular) en la ganancia de la fuerza.
La Federación de Levantamiento de Pesas y Levantamiento de Potencia recomiendan la edad de 14 años para comenzar un proceso sistemático de entrenamiento (Cappa D. 2000).
Según Dimitrov 93´ la edad de inicio de los pesitas búlgaros disminuyó 2 años por década en los último 20 años. La edad de inicio de los niños es de 10 a 12 años, pero cabe aclarar que los mismos son sometidos a 31 tests físicos, 28 tests médicos y 30 tests pedagógicos.
Conforme a Cappa D., (año 2000); expresa algo muy interesante en el 1º simposio internacional de Fuerza y Potencia, que no hay edad más adecuada que otra para comenzar con estímulos de fuerza. Recordando que nuestros primeros estímulos de fuerza ya los hacemos cuando somos pequeños y los descubrimos jugando.
Por lo tanto, se determina que en el fútbol la masa muscular refleja la potencia muscular necesaria para la aceleración, velocidad de carrera, salto, remate, etc (Reilly T, 1996).
Una parte del entrenamiento en futbolistas busca producir efectos sobre la masa muscular en cuanto a su calidad y cantidad para obtener una mejora en el rendimiento deportivo.
En la actualidad, en la República Argentina; los trabajo publicados sobre este tema creemos que son escasos (especialmente en edades de 13 a 14 años), es aquí donde surge nuestro problema de investigación, en donde nace la intención de conocer cual es el efecto del entrenamiento de la fuerza ejecutado con diferentes intensidades en futbolistas de 13 a 14 años pertenecientes a Racing Club en el año 2005.
Finalmente, el objetivo general de este trabajo es determinar el efecto que produce el entrenamiento de sobrecarga desarrollado con diferentes intensidades en futbolistas juveniles.
Por último, entendemos que el estudio será útil en las siguientes acciones:
Construir una información propia y confiables, a partir de la base de datos obtenidos mediante dicha investigación, y que pase a formar parte de los archivos informáticos - estadísticos de Racing Club, para ser utilizados y aplicados en cuestiones relativas a la ciencia del ejercicio.
MATERIALES Y METODOS
Características y Selección de la Muestra
Racing Club es un club de 1º División del fútbol argentino que se encuentra gerenciado (Empresa Blanquiceleste).
El fútbol juvenil (antes llamado fútbol de inferiores) comienza a los 13 años con la Novena División, hasta llegar a Cuarta División (sujetos de 18, 19 y 20 años), el cual tiene una participación en el torneo organizado por A.F.A.
Para el desarrollo de la muestra se tomaron 24 jugadores de fútbol con una media de edad de 13..91 +/- 0.303, pertenecientes a 9° División de Racing Club. Cabe aclarar que solamente se estudiaron aquellos sujetos que realizaban la práctica de fútbol con el cuerpo técnico del fútbol juvenil.
Al total del grupo se lo dividió en grupo experimental 1 (12 sujetos que entrenaron con estímulo de sobrecarga al 50 %- 60%) y grupo experimental 2 (sujetos que entrenaron con estímulo de sobrecarga al 70 %- 75%).
A ambos grupos se los sometió a un entrenamiento de:
Grupo Experimental 1(GEXP1):
2 series de 12 - 14 repeticiones al 50% de 1RM
2 series de 10 – 12 repeticiones al 60% de 1RM
El grupo experimental 1 no realizo ejercicios BALÍSTICOS.
Grupo Experimental 2 (GEXP2):
2 series de 8 repeticiones al 70% de 1 RM
2 series de 6 repeticiones al 75% de 1 RM
El grupo experimental 2 realizo ejercicios BALÍSTICOS.
Variables Incluidas en el Estudio
Directas
Peso (kg), talla(cm), talla sentado (cm), pliegues y perímetros; alturas logradas en los tests Squat Jump, Counter movement jump (cm); distancias obtenidas en los tests de salto en largo (s/impulso) y lanzamiento lateral de medicine ball (3,5 kg de peso) sentado en un banco (40 cm). Peso (kg) levantados en Sentadilla y press banca.
Indirectas
Edad cronológica, % masa muscular, % masa grasa, % masa ósea, 1 RM Sentadilla y press banca, masas grasa (kg) y masa muscular (kg) y masa ósea (kg).
Protocolo para las Evaluaciones Funcionales
Salto en Largo sin Impulso
El sujeto debe efectuar un salto en largo partiendo detrás de una línea previamente marcada, de la posición de flexión (rodilla flexionada a 90°), con los dos pies en forma paralela, con el tronco recto y las manos libres. El sujeto debe realizar la prueba sin emplear contramovimiento hacia abajo. Una vez que realizo el salto deberá quedarse en el lugar inmóvil para que el evaluador pueda registrar el salto, éste se toma desde la línea de partida hasta la parte posterior del pie(talón).
Lanzamiento Lateral de Balón Medicinal
El protocolo consistió en proyectar dicho balón desde una posición de sentado sobre un cajón de 40cm de alto, el ejecutante con la espalda totalmente apoyada en la pared, de manera de anular movimientos secundarios de las piernas, arrojaba la pelota desde esa posición lo mas lejos posible, luego se registraba la mejor medida de los dos lanzamientos.
Test de Squat Jump
El sujeto debe efectuar un salto vertical partiendo de la posición de medio Squat (rodilla flexionada a 90°), con el tronco recto y las manos en las caderas. El sujeto debe realizar la prueba sin emplear contramovimiento hacia abajo y sin el auxilio de los brazos.
Test de Counter Movement Jump
El sujeto se dispone en una posición erguida con las manos en las caderas, a continuación debe realizar un salto vertical después de un contramovimiento hacia abajo (las piernas deben llegar a doblarse 90° en la articulación de la rodilla). Durante la acción de flexión el tronco debe permanecer lo más recto posible con el fin de evitar cualquier influencia del mismo en el resultado de la prestación de los movimiento inferiores.
Se le tomó a los sujetos 6 repeticiones máximas, donde luego se le estimó 1 RM por medio de la fórmula de Epley., realizando los siguientes tests de fuerza:
1 RM en Sentadilla (RM)
Desde la posición de bipedestación, con la apertura de los pies en la cual el sujeto se encuentre de manera cómoda. La barra debe ser tomada con agarra estrecho y debe estar firmemente acomodada sobre los hombros (descansa sobre los músculos de trapecios). Luego se desciende hasta la posición más baja que permita nuestro esquema corporal, procurando tener la espalda recta y los pies apoyados en la planta total; para luego realizar la fase ascendente. La velocidad de ejecución debe ser bien controlada y lenta. Se toma la ejecución de seis repeticiones máximas que el sujeto pueda lograr.
1 RM en Press De Banca (RM):
Tendido supino sobre un banco, manos separadas a una anchura ligeramente superior a lo de los hombros, flexión profunda de los brazos y extensión inmediata. La barra no hace ninguna breve parada cuando ésta toca levemente el pecho. Se toma la ejecución de seis repeticiones máximas que el sujeto pueda lograr.
Formula Para La Prediccion De La Fuerza Maxima (Epley, 1985)
1mr= (0.0333*Kg Levantado * Repeticiones Realizadas)+ Kg Levantado
Protocolo Para el Fraccionamiento de las Masas Corporales
Para el fraccionamiento de las masas se procedió a la utilización de la técnica de 5 componentes, creada por la australiana D. Kerr y su profesor W. Ross en 1988.
Para las mediciones se tomaron 28 variables que fueron:
Edad milesimal, Talla y talla sentado.
13 Perímetros: Cabeza, brazo relajado, brazo flexionado, antebrazo máximo, tórax mesoesternal, cintura mínima, cadera máxima, muslo superior derecho, muslo superior izquierdo, muslo medio derecho, muslo medio izquierdo, pantorrilla derecha, pantorrilla izquierda.
6 Diámetros: biacromial, bi-iliocrestidio, transverso del tórax, antero-posterior del tórax, humero, fémur,
6 Pliegues: Tricipital, subescapular, supraespinal, abdominal, muslo, pantorrilla.
Intrumentos para la Recoleccion de Datos
El material usado para los tests de saltos, lanzamiento y Fuerza fueron: Alfombra de salto de 100 * 80 * 0.5 cm (Axón Bioenergética Deportiva), discos de diferentes kg, Barras Olímpicas, Banco de prees de banca y Jaula para sentadilla, cinta de 10 mts de longitud, cajón de madera y balón medicinal de 3.5 kilogramos.
Para la composición corporal se necesitó 1 set de antropometría completa, de la marca Rosscraft, el equipo tenia los siguientes instrumentos:
a) Calibre Cambell 20, de 54 cm (para diámetros largos) 1 unidad
b) Calibre Cambell 10,de 10 cm (para diámetros chicos)1 unidad
c) Cinta de acero marca Lukfin de 2 mts de largo(para medir perímetros) 1 unidad.
d) Calibre Harpender modelo HSK de procedencia inglesa (para medir pliegues cutáneos)
e) Balanza de precisión marca CAM con precisión de 0.1Kg (para tomar el peso)
f) Estadiómetro (papel milimetrado plastificado, para tomar la talla y talla sentado)
g) Cajón de madera de 40cm de alto por 60cm de largo por 30 cm de profundidad
ANALISIS ESTADISTICOS
Las variables antropométricas registradas se presentan en una planilla predeterminada, y se utilizó un software realizado por Francis Holways (antropometrista de criterio internacional, nivel III y Col) reconocido por el organismo oficial I.S.A.K. (International Society for advancement of Anthropometry).
Los datos fueron analizados estadísticamente por medio de un software, el cual nos permitió determinar:
Media, desvío estándar, intervalos de confianza, valores mínimos, valores máximos y mediana.
Se realizó t de Student, para la comparación de los dos grupos (Tukey HSD).
RESULTADOS
Resultado del total del grupo en las diferentes variables estudiadas, enumera 24 casos en jugadores de 13.91 años que pertenecen al Racing Club en el año 2005.
Tabla 2. Variables antropométricas de todo el grupo de jugadores de 13 - 14 años de Racing club de Avellaneda.
Tabla 3. Variables funcionales de todo el grupo de jugadores de 13 - 14 años de Racing club de Avellaneda
Comparación de los Grupos Experimental 1 y 2
Ambos grupos realizaron un tiempo de entrenamiento de 12 semanas. Se escogió la metodología de entrenar 2 veces por semana, debido a que en los demás días las sesiones de entrenamiento eran dirigidas a los aspectos técnicos, tácticos y resistencia especifica del propio deporte. Se efectuaba el trabajo de sobrecarga en el primer turno de entrenamiento, para no alterar el desarrollo normal técnico y táctico del deporte en cuestión, y así también conseguir una transferencia del entrenamiento de sobrecarga a los movimientos específicos del deporte. Además, debemos aclarar que estos sujetos entrenan 4 veces por semana en horarios vespertino y compiten los días sábado por el torneo de A.F.A. Cada estímulo de fuerza tenía una duración aproximada de 60 minutos.
Antes de comenzar la sesión fijada de fuerza, tenían una entrada en calor con ejercicios abdominales y lumbares que demoraba entre 10 y 15 minutos, rápidamente seguían con la ejecución de ejercicios de sobrecarga con palos de escoba (reproduciendo algunos ejercicios que tenían que desarrollar en esa sesión), para luego entrar al trabajo propiamente dicho.
Los grupos realizaban un entrenamiento de:
Grupo Experimental 1 (GEXP1 ):
2 series de 12 - 14 repeticiones al 50% de 1RM
2 series de 10 – 12 repeticiones al 60% de 1RM
El grupo experimental 1 no realizo ejercicios BALÍSTICOS.
Crupo Experimental 2 (GEXP2):
2 series de 8 repeticiones al 70% de 1 RM
2 series de 6 repeticiones al 75% de 1 RM
El grupo experimental 2 combinó el entrenamiento de sobrecarga con ejercicios BALÍSTICOS
Los ejercicios balísticos eran: saltos concéntricos, saltos de vallas, skiping, diferentes lanzamiento de medicine ball, lagartijas con cambio de apoyo o con aplausos, los cuales se ejecutaban inmediatamente de finalizado el ejercicio de sobrecarga. Todos estas acciones se constituían de 3 – 4 series por 6 - 8 repeticiones o 5 – 7 segundos dependiendo del ejercicios a ejecutar.
Los ejercicios de sobrecarga utilizados para la combinación con ejercicios balísticos fueron: Press de banca plano, Fuerza parado con Impulso, Sentadilla, Subidas al banco, Remo acostado.
Para ambos grupos:
4 - 5 ejercicios de sobrecarga.
4 series por ejercicios.
Descanso entre ejercicio 2 – 3 minutos.
Descanso entre series 4 – 5 minutos.
Velocidad de ejecución en cada ejercicio: máxima o alta.
Los ejercicios utilizados para los dos grupos fueron: Press de banca plano, Fuerza parado con Impulso, Sentadilla, Subidas al banco, Remo acostado, bíceps c/ barra, tríceps c/ barra, Arranques de potencia, Cargadas de Potencia, Segundo tiempo de potencia.
Resultados de los Pre- y Post-Tests
En las siguientes Tablas 4 y 5 se presentan los datos del pre-tests y post-tests de las capacidades desarrolladas en los grupos experimental 1 y 2.
Tabla 4. -Pre -Tests en jugadores de 13 - 14 años pertenecientes a Racing club de Avellaneda.
Tabla 5. Pos -Tests en jugadores de 13 - 14 años pertenecientes a Racing club de Avellaneda, año 2005.
DISCUSION
Teniendo en cuenta que la fuerza es la función específica que desarrollan los músculos esqueléticos y por ende es la cualidad que esta involucrada en cualquier movimiento (Knutten & Kramer , 1987), el trabajo realizado apuntó al efecto que tenia dicha capacidad cuando se entrenaba a diferentes intensidades y combinación con ejercicios balísticos.
Un hallazgo interesante de este estudio fue que los resultados obtenidos en los tests de fuerza máxima específica (sentadilla y press banca) no se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos (ver tabla 5), esto puede ser debido a que, probablemente, no se a trabajado a una intensidad mayor del 75% de 1MR, la cual pudo haber interferido en los resultados finales.
De otra manera, en 10 levantadores de pesas juveniles del estudio de Medvedev y Dvorkin en donde ellos encontraron que trabajando al 80% RM logró los mejores resultados en los test de sentadilla y arranque, que trabajando con intensidades del 65% y 90%.
Otra posible explicación de porque no se encontraron diferencias significativas en nuestro estudio en los tests de sobrecarga, es que algunos de los sujetos evaluados no habían completado su estadio de maduración correspondiente, y por lo tanto, no expresaban la magnitud de fuerza requerida para manifestar dicha dimensión en los tests funcionales.
Es importante comprender que el incremento de fuerza máxima se puede conseguir realizando ejercicios a bajas velocidades o a altas velocidades. La diferencia está planteada en el tipo de ejercicio que se utiliza.
Del mismo modo hay que recordar que un gesto explosivo (balístico) es un tipo de manifestación de fuerza , que según Kraemer 1992, es todo aquel movimiento cuyo tiempo de aplicación de la fuerza es de 100 a 300 milisegundos.
Por esta misma razón, nosotros consideramos que trabajando con ejercicios de sobrecarga a intensidades elevadas en estas edades (75 %) y la combinación con acciones balísticas nos garantizaba una diferencia significativa de mejora del grupo experimental 2 en los test explosivos.
Pero cabe aclarar que no encontramos diferencias significativas en los test de sentadilla con salto (SJ) y salto con contramovimiento (CMJ) (ver tabla 5), quizás el problema radique también en las intensidades de entrenamiento en los ejercicios de sobrecarga, donde ya se sabe que el entrenamiento de fuerza máxima se desarrolla a intensidades del 80% de 1 RM en adelante(se trabajó hasta el 75% de 1 RM).
De esta manera entendemos que estos resultados nos mostrarían que en los tests de salto en la plataforma tendría gran importancia , además de la fuerza explosiva, la capacidad coordinativa la cual no se entrenó específicamente para dichos saltos.
Por otro lado, se manifestaron diferencias significativas en los test de lanzamiento del balón medicinal y el salto en longitud, entonces parecería que estos dos tests mostrarían un gesto mas natural y sin un alto compromiso de la capacidad coordinativa.
Además es importante manifestar que ningún trabajo a comprobado que entrenar a intensidades mas altas que al 80 % de 1 RM en forma aisladas produce lesiones. Es mas Blimkie, 1992, propone que no hay problemas en llevar a cabo mediciones de 1MR en forma aislada.
A pesar del reducido número evaluados en este trabajo destacamos que el mismo se pudo realizar con jugadores de fútbol juvenil (con participación en AFA) durante el período anual de entrenamiento.
También consideramos que el tiempo de entrenamiento estimado del estudio en cuestión quizás fue breve, por lo tanto se recomienda tratar de hacer una planificación la cual dure desde el inicio de temporada hasta la mitad de esta misma (febrero hasta julio) y así verificar los resultados obtenidos.
Otra de las restricciones nuestras fue el NO saber cuanto aportó el entrenamiento de fuerza y cuanto los ejercicios balísticos en el grupo experimental 2 sobre las variables en estudio. Es por eso que seria de gran importancia poder establecer las incidencias de estas acciones sobre dichas variables.
Sería de gran importancia que se realicen futuras investigaciones sobre el entrenamiento de fuerza a diferentes intensidades en estas edades para el Fútbol juvenil, para así tener otras referencias y poder comparar datos estadísticos importantes con todos los clubes pertenecientes al fútbol argentino.
Por último, creemos que es difícil recomendar una edad cronológica para el comienzo de el entrenamiento de sobrecarga con determinadas intensidades, si tomamos como parámetros el desarrollo biológico ya que existe una gran diferencia entre los individuos, por lo tanto, no existe una edad mas adecuada que otra para comenzar con estímulos de fuerza. Como también que el supuesto peligro de iniciar el entrenamiento de sobrecarga cuando el sistema osteoarticular no se encuentra preparado, se resuelve con una perfecta técnica de ejecución y sobrecargas adecuadas a las posibilidades, sumado a un primordial trabajo para desarrollar la musculatura de sostén.
Conclusión
Por lo que se concluye que el entrenamiento de sobrecarga, en diferentes intensidades , durante 12 microciclos con una frecuencia de dos veces por semana en 9º división de Racing Club durante el año 2005 encontramos los siguientes resultados:
Se incrementó el rendimiento alcanzado en los test de salto en longitud (sin impulso) y lanzamiento de medicine ball de manera significativa a favor del grupo experimental 2 (Ver Tabla N° 5).
Por otro lado, en el resto de los tests no se encontraron diferencias significativas entre el resultado obtenido del entrenamiento de sobrecarga del grupo experimental 1 y 2 (Ver Tabla N° 5).
Finalmente consideramos que el entrenamiento de fuerza a intensidades elevadas, en períodos de formación deportiva pueden lograr inmejorables resultados, por lo tanto seria productivo ejecutar trabajos de sobrecarga a sujetos (con experiencia en fuerza) de estas edades a intensidades del 80% de 1 RM.
REFERENCIAS
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2. Cappa D. Entrenamiento de sobrecarga en niños. 1º Simposio Internacional de Fuerza y Potencia relacionados con los deportes, la actividad física, el “fitness” y la rehabilitación. Proceedings. Edit. Biosystem. 2000.
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Estudio de la Frecuencia Cardiaca y las Concentraciones de Lactato Sanguíneo como Variables para Predecir la Carga Fisiológica en Jugadores de Fúbtol

RESUMEN
El propósito de esta investigación fue estimar el estrés fisiológico en jugadores de fútbol de diferentes actividades de entrenamiento. Diez jugadores de fútbol de la primera división de la liga de Turquía participaron como sujetos. Las respuestas de la frecuencia cardiaca fueron medidas durante 4 tipos de entrenamiento de fútbol. Primero, fueron medidas las frecuencias cardiacas correspondientes a una concentración de lactato sanguíneo de 2 y 4 mM, y luego, durante los 4 tipos de entrenamiento, las mismas fueron correlacionadas con la proporción de tiempo que la frecuencia cardiaca estaba debajo de la línea de 2 mM, entre las líneas de 2 y 4 mM, y arriba de la línea de 4 mM de lactato. Las frecuencias cardiacas medias durante un partido amistoso, un partido modificado, un entrenamiento táctico y actividades de entrenamiento técnico fueron 157±19, 135±28, 126±21, y 118±21 lat.min-1, respectivamente. Las diferencias entre todas estas actividades de entrenamiento fueron estadísticamente significativas (p≤0.01). Los resultados demostraron que (a) el entrenamiento técnico y táctico consistió de intensidades de ejercicios muy bajas (la mayoría de las frecuencias cardiacas debajo del nivel de lactato de 4 mM) y (b) el porcentaje del tiempo que la frecuencia cardiaca correlacionó hasta un punto arriba del nivel de referencia de lactato de 4 mM durante el partido amistoso y el partido modificado fue 49.6±27.1 % y 23.9±24.5 %, respectivamente. Las implicaciones prácticas de estos hallazgos fueron que, usando las líneas de referencia de 2 a 4 mM, los entrenadores pueden estructurar las zonas de frecuencia cardiaca que pueden ayudar a determinar la intensidad de ejercicio individualizada para sus jugadores, así como la intensidad de ejercicio total estimada durante el entrenamiento de fútbol.
Palabras Clave: partido, umbral del lactato.

Métodos de Entrenamiento de la Resistencia en Deportes de Campo

Métodos de Entrenamiento de la Resistencia en Deportes de Campo
Vladimir N. Platonov.
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TRABAJO DE RESISTENCIA
Un entrenamiento deportivo necesariamente tiene que comportar un trabajo de desarrollo de la resistencia-potencia y de la resistencia específica. Este tipo de trabajo hace pasar al primer plano el desarrollo de los sistemas energéticos, el del rendimiento del trabajo y la aptitud para utilizar eficazmente la totalidad del potencial energético en la actividad de competición. Todo esto debe acompañarse de la preparación mental, que permite soportar la fatiga propia de este tipo de actividad.
MEDIOS Y PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL METODO
En el trabajo de la resistencia, intervienen las preparaciones generales, específica y auxiliar, así como los ejercicios de competición. Este trabajo debe implicar una duración suficiente de trabajo, con un grado de movilización para conducir a una fatiga notable.
Los medios puestos en juego son de naturaleza, de duración, y de intensidad variados, desde los ejercicios que pueden durar de 2 a 3 horas hasta los ejercicios ejecutados sobre aparatos de entrenamiento de la fuerza durante 20 ó 30 s. Según el carácter del trabajo, se puede actuar preferencialmente sobre una cualidad del atleta: por ejemplo, las posibilidades funcionales del corazón, la densidad de la red capilar, el rendimiento muscular, etc. Sin embargo, en general, no se puede realizar una diferenciación muy marcada de los ejercicios; se desarrollan, pues, simultáneamente dos o tres cualidades ligadas a la resistencia: por ejemplo, cualidades anaerobias y resistencia física a la fatiga, cualidades aerobias y rendimiento muscular, desarrollo del potencial funcional y variación de los logros motrices y de las capacidades tácticas, etc.
Los ejercicios de competición son un poderoso medio de mejorar la resistencia específica en su conjunto. Por tanto, deben ser utilizados frecuentemente. En estas condiciones, se observa una movilización de los sistemas funcionales superior a la que interviene en simples ejercicios de competición, lo cual se traduce en una concentración sanguínea de lactato y un déficit de oxígeno superior del 10 al 25%. Esta diferencia es tanto más grande cuanto más se ha impulsado el condicionamiento mental y funcional del atleta con respecto a la competición.
La eficacia del entreno está ampliamente influida por la intensidad del trabajo: así, las posibilidades aerobias se desarrollan en el trabajo a distancia, cuando la frecuencia cardíaca está comprendida entre 140 y 160 bpm. Un trabajo efectuado a ritmo menos elevado no estimula suficientemente el sistema de transporte del oxígeno. Inversamente, una frecuencia cardíaca más elevada (por ejemplo, hasta 170-180 bpm), se excita plenamente el sistema aerobio, determina la puesta en juego de los procesos anaerobios que conducirá a una baja brutal del volumen de entreno.
TRABAJO DE LA RESISTENCIA-POTENCIA
La resistencia-potencia está, en principio, estrechamente ligada a las posibilidades aerobias del organismo. Continuamos firmemente convencidos de que, en toda disciplina deportiva, la resistencia-potencia es una condición indispensable para todo progreso. El desarrollo de esta cualidad debe estar orientado hacia dos objetivos principales:
1) Crear las condiciones del paso ulterior a un bajo de entreno aumentado y 2) asegurar un efecto de traspaso de la resistencia hacia los ejercicios propios de la disciplina del atleta. Queda claro que este segundo objetivo sólo se puede alcanzar plenamente si los resultados de esta disciplina están ligados a las posibilidades aerobias (L.P. Matveiev, 1979). El trabajo de la resistencia-potencia, por tanto, sólo puede ejercer una influencia directa sobre los resultados en las medias y largas distancias.
En el caso del esprint, sólo se puede considerar una influencia indirecta de la resistencia-potencia sobre el proceso de preparación específica. Esta eficacia se expresa por la aceleración de los procesos de recuperación entre los ejercicios, que aseguran un aumento del número de repeticiones por sesión. Posibilidades aerobias elevadas permiten igualmente aumentar el número de las sesiones que componen cada uno de los microciclos (N.N. Yakovlev, 1974). Sin embargo, tanto la experiencia adquirida en la preparación de los esprínters de alto nivel en el conjunto de las disciplinas cíclicas, como los resultados de los trabajos experimentales realizados estos últimos años, demuestran que una excesiva cantidad de trabajo con objetivo aerobio, así como la mala coordinación de este trabajo con los ejercicios de velocidad y de fuerza, corre el riesgo de limitar los resultados. Intervienen diversos mecanismos: la acción nefasta del trabajo poco intenso sobre la técnica de velocidad, el establecimiento de relaciones inadecuadas entre las reacciones vegetativas y el trabajo motriz, la adaptación del tejido muscular a un trabajo poco intenso más que a actividades de fuerza o de velocidad. Todo esto se ve todavía grabado cuando el desarrollo de los procesos aerobios hace pasar al segundo plano la parte del trabajo de resistencia-potencia consagrada al trabajo anaerobio y al desarrollo de la velocidad, de la fuerza y de flexibilidad.
Para los esprínters, el proceso de desarrollo de la resistencia-potencia es, pues, extremadamente complejo: es necesario aumentar la capacidad de trabajo con ayuda de ejercicios de preparación general y auxiliar, centrado en el desarrollo de las cualidades de fuerza, de velocidad y de la aptitud anaerobia, así como para el de la flexibilidad y de las cualidades de coordinación.
Actualmente, está perfectamente claro que para las medias y largas distancias, el desarrollo de la resistencia-potencia está ligado al aumento de la capacidad del organismo para proporcionar grandes cantidades de un trabajo que implica una movilización extrema de las cualidades aerobias. Ello implica que es necesario proporcionar grandes volúmenes de trabajo de entreno, con recuperación total después del esfuerzo. Cualquiera que sea la disciplina, el período de entrenamiento durante el cual se efectúa el trabajo de desarrollo de la resistencia-potencia es el mismo: se trata de la primera y, en cierta medida, de la segunda etapa de la preparación. Por otro lado, los medios (ejercicios que aseguran una preparación general y auxiliar) y el volumen total del trabajo son igualmente los mismos. La diferencia fundamental reside en la diferencia de los volúmenes de entreno consagrado al desarrollo de la capacidad de trabajo en campos específicos: según la especialización del atleta, se insistirá especialmente en el volumen de los ejercicios que incitan los procesos aerobios o anaerobios, la fuerza y la velocidad, la flexibilidad, las cualidades de coordinación, etc. (Tabla 1).
Tabla 1. Ejemplos referentes al desarrollo de la resistencia general en el entreno de los atletas cualificados (en % del volumen total de trabajo específico que se le consagra a un macrociclo).
DESARROLLO DE LA RESISTENCIA ESPECIFICA
La resistencia específica es la aptitud para manifestar todas las cualidades de la resistencia en las condiciones características de una disciplina. Tomemos como ejemplo la carrera pedestre: en las primeras etapas de su preparación, el corredor no es capaz de correr toda la distancia de carrera. Sin embargo, es necesario que realice un gran volumen de trabajo a esta velocidad, con la finalidad de mejorar su rendimiento, elaborar su técnica de competición, poner en marcha una coordinación entre funciones motrices y vegetativas y asegurar una preparación mental. Para asegurar la ejecución de este volumen de trabajo, se recurre ampliamente a las diferentes variantes de los métodos por intervalo.
Detengámonos brevemente en las principales exigencias del trabajo de desarrollo de la resistencia específica: la mayoría de los ejercicios se deben acercar al máximo a los ejercicios de competición, por su estructura y sus modalidades de acción sobre los sistemas funcionales del organismo. La asociación en el curso de la misma sesión de ejercicios de duraciones diferentes es especialmente eficaz; esta variación puede ir en el sentido tanto de un aumento como de una disminución de las duraciones.
Se prevé una intensidad de trabajo próxima a la que se debe alcanzar en competición; por otro lado, se recurre a menudo a intensidades que son superiores. Se tiene que recordar que un nivel de velocidad inferior-incluso muy poco-a la velocidad de competición excita de manera mucho menos intensa los procesos de desarrollo de la resistencia específica. El recurrir a una velocidad superior a la de la competición puede presentar inconvenientes: en los especialistas de las distancias largas, el recurrir demasiado a menudo a ejercicios sobre distancias cortas a velocidad elevada puede ocasionar un descenso del rendimiento de la carrera.
La duración de los ejercicios se escoge de manera que sea posible mantener una velocidad próxima al objetivo a alcanzar en competición: por ejemplo, carreras sobre fracciones de 30 a 60 m, para la preparación de las competiciones sobre 100 y 200 m; fracciones de 100 y 200 m, para la preparación de los 400 m; 200, 400 y 800 m, para la preparación de los 800 m y 1500 m, etc. Para los nadadores, se recomiendan fracciones de 25, 50, 75 y 100 m para la preparación de los 100 y 200 m; 100 y 200 m, para la preparación de los 400 m; 100 y 200 m, para la preparación de los 800 m; 500, 100, 200, 400 y 800 m, para la preparación de los 1500 m.
Si la longitud es considerablemente inferior a la distancia de competición, la duración de los intervalos de reposo debe ser breve, de manera que el ejercicio siguiente sea ejecutado sobre un fondo de fatiga. Esta fatiga puede mantenerse bastante tiempo; después de un trabajo de intensidad máxima de una duración de 20 a 30 s, la capacidad de trabajo queda disminuida durante 1,5 a 3 min. Por tanto, es necesario planificar la duración de las pausas de manera que impongan al organismo una presión suficiente para ejercer una acción de entreno, evitando imponer un esfuerzo desmesurado que ejercería una acción negativa. Por ejemplo, nadadores bien entrenados podrán ejecutar un programa del tipo 4 x (10 x 50 m), con un descanso de 15 s entre las fracciones y de 1 a 2 min entre las series. Mientras que para los nadadores de categoría inferior, una acción de entrenamiento análogo se puede obtener con un programa de 2 x (6 x 50 m), con un reposo de 45 s entre las fracciones y de 3 min entre las series.
Cuando los ejercicios de entreno son largos, las pausas entre las repeticiones se pueden prolongar, pues es durante cada uno de estos ejercicios cuando se produce la acción de entrenamiento, sin que intervenga la acción acumulada de las cargas de ejercicio.
Si las pausas entre los ejercicios son cortas, el reposo debe ser pasivo; en contra partida, se pueden aplicar procedimientos de recuperación activa con trabajo poco intenso en el curso de los intervalos largos.
En la práctica, parece especialmente eficaz utilizar fracciones cuya longitud disminuye progresivamente (en el inicio de la serie se puede utilizar dos fracciones de las mismas longitud; ver Tabla 2.
Tabla 2. Ejemplos de series de entreno destinados al desarrollo de la resistencia específica en los atletas cualificados.
Esta eficacia parece condicionada por el respeto a las reglas siguientes: 1) las pausas entre las fracciones tienen que ser breves (la frecuencia cardíaca no debe disminuir en más de 10 a 15 bpm); 2) la duración total de la sesión debe acercarse a la prevista para la competición. El número de series es fijado en función del volumen del trabajo previsto para la sesión, del nivel de cualificación y del grado de entreno del atleta.
ESTIMULACION DE LOS SISTEMAS DE LIBERACION DE ENERGIA
Un entrenamiento correctamente elaborado debe mejorar las posibilidades de los sistemas aerobio y anaerobio. Esto se traduce en un aumento de las reservas de creatina-fosfato y de glucógeno, así por un aumento de la actividad de las enzimas de los metabolismos aerobio y anaerobio. En el plano funcional, esto se manifiesta de diferentes maneras: el valor máximo débito de oxígeno, que no supera los 5 ó 6 litros en los sedentarios, puede alcanzar los 20 ó 25 litros en los atletas de nivel internacional; el consumo máximo de oxígeno (VO2máx.), que puede alcanzar de 80 a 90 ml/min/kg en estos sujetos, casi no supera el 55 en los atletas de clase regional, mientras es del orden de 40 a 45 en los sedentarios.
AUMENTO DE LA APTITUD ANAEROBIA
Para este tipo de trabajo, se recurre a diferentes ejercicios, que detallamos a continuación:
1. Ejercicios que permiten principalmente aumentar la aptitud anaerobia aláctica: duración, 5 a 15 s; intensidad máxima.
2. Ejercicios destinados a aumentar paralelamente las aptitudes aláctica y láctica: duración, 15 a 30 s; intensidad, 90 a 100% de la intensidad máxima posible.
3. Ejercicios destinados a aumentar principalmente la aptitud aerobia láctica: duración, 30 a 60 s; intensidad,, 85 a 90% de la intensidad máxima posible.
4. Ejercicios destinados a aumentar paralelamente las aptitudes anaerobia láctica y aerobia: duración, 1 a 5 min; intensidad, 85 a 90% de la intensidad máxima posible.
Un elemento importante de la planificación del entreno de la aptitud anaerobia es el resultado por la duración de los intervalos de reposo y el número de repeticiones.
Entre los ejercicios destinados a aumentar lo que clásicamente se llama la aptitud anaerobia láctica, la duración de los intervalos debe ser bastante grande para asegurar una recuperación suficiente; por ejemplo, puede alcanzar de 1,5 a 2 min, después de un trabajo máximo de 15 s. Es preferible hacer ejecutar el trabajo por series de 3 a 4 repeticiones, con un reposo de 5 a 7 min, entre dos series. Esta organización del trabajo representa numerosos puntos en común con la del trabajo de la velocidad. Esta cualidad, por otro lado, mejora con el trabajo de la aptitud anaerobia e inversamente.
Los ejercicios destinados a aumentar las capacidades glucolíticas (aptitud anaerobia láctica) deben estar separados por intervalos de reposos muy breves, que dejen subsistir la mayor parte de las modificaciones ocasionadas por el ejercicio precedente. La duración de estas pausas puede ser constante o disminuir en el curso de la sesión. Cuando las pausas son breves (de 5 a 20 s) desde el comienzo de la sesión, su duración se mantiene constante. Cuando la duración de las pausas es inicialmente más larga, se tienen que reducir progresivamente, para evitar que el trabajo proporcionado llegue poco a poco a estimular los procesos respiratorios y frenar la glucólisis.
Es igualmente posible proporcionar series ininterrumpidas de 30 a 40 ejercicios, de 30 s, o de 20 a 30 ejercicios de una duración de 60 s o más. Sin embargo, en este tipo de trabajo, a medida que el tiempo pasa en el transcurso de la sesión los procesos glucolíticos de liberación de las energías dejan paso a los procesos anaerobios: la sesión ejerce entonces una acción múltiple. Para tener una acción glucolítica pura, es mejor realizar series más cortas e intensas, separadas por intervalos de reposos muy largos.
AUMENTO DE LA APTITUD AEROBIA
En esta aptitud, se pueden distinguir los componentes siguientes:
1. Potencia, expresada en el consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.).
2. Inercia, que se manifiesta por el tiempo empleado en alcanzar el consumo de oxígeno correspondiente al trabajo dado.
3. Capacidad que se traduce por la aptitud para sostener durante un largo período su consumo de oxígeno a un nivel elevado. El entrenamiento de esta aptitud hace intervenir el entrenamiento por la distancia y el entrenamiento por intervalos.
El entrenamiento por intervalos saca partido del hecho de que durante los primeros instantes de reposo que suceden a un ejercicio intenso se espera que el corazón esté más estimulado que durante el trabajo mismo. Escogiendo cuidadosamente la intensidad del trabajo y la duración de los intervalos, sería, pues, posible mantener el débito cardíaco en su valor máximo durante los períodos de reposo (H. Reindell, K. Roskamamm, 1962).
Para practicar este tipo de entreno en la perspectiva de mejorar la aptitud aerobia, se tienen que seguir las reglas siguientes:
1. La duración de los ejercicios no debe superar de 1 a 2 min.
2. La duración de los intervalos de reposo tiene que estar comprendida entre 45 y 90 s.
3. Es siguiendo la frecuencia cardíaca como se determina la intensidad del trabajo y la duración de las pausas: esta frecuencia debe ser de 170 a 180 bpm al final de los ejercicios y de 120-130 bpm al final de las pausas. Alcanzar una frecuencia cardíaca superior a 180 bpm durante el trabajo o inferior a 120 bpm al final de las pausas, determina, en los dos casos, una disminución del débito cardíaco y, por tanto, una disminución de la eficacia del entrenamiento.
El entrenamiento por intervalos está principalmente destinado a mejorar la aptitud funcional del corazón. No obstante, determina otros efectos periféricos: aumento del potencial oxidativo de los músculos y mejora del rendimiento del trabajo aerobio.
Este tipo de entrenamiento presenta varios inconvenientes: la mejora obtenida no es estable. Por lo demás, su práctica excesiva no está exenta de peligro, sobre todo para el corazón y el sistema nervioso central. Por tanto, debe ser practicado bajo control médico constante y riguroso.
El entrenamiento por la distancia se efectúa normalmente con una frecuencia cardíaca comprendida entre 145 y 175 bpm. Es susceptible de mejorar todos los componentes de la aptitud aerobia y especialmente la aportación de oxígeno al músculo y el potencial oxidativo de éste. Se considera generalmente que las mejoras obtenidas son más estables que las que determina el entreno por intervalos: constituyen, pues, una base sólida para otros tipos de entrenamiento.
La intensidad del trabajo debe imponer un valor elevado del débito cardíaco y un consumo de oxígeno lo más cerca posible de su nivel máximo. Responden a estas condiciones ejercicios cuya duración está comprendida entre 10 y 90 minutos. La duración de los ejercicios está en función del nivel de cualificación de los atletas y del estadio de su preparación. Atletas de alto nivel que tienen una aptitud aerobia elevada pueden, episódicamente, recorrer distancias que imponen dos horas o incluso más de trabajo ininterrumpido. Sin embargo, se tiene que saber que tales ejercicios, si superan las posibilidades del individuo, perturban la coordinación del sistema de transporte del oxígeno y van en contra de la eficacia del entrenamiento.
A veces se recurre a trabajos sobre distancia a velocidad variable: durante los períodos de trabajo intenso, la frecuencia cardíaca puede elevarse a 170-175 bpm para volver a bajar progresivamente a 140-145 durante las fases menos intensas.
De una manera general, la intensidad del trabajo destinado a aumentar la aptitud aerobia está controlado a partir de los testigos internos de la carga: frecuencia cardíaca y concentración sanguínea del lactato. A partir de la medida de la frecuencia cardíaca, se pueden definir tres tipos de entrenamiento aerobio: a: frecuencia cardíaca comprendida entre 120 y 140 bpm: mantenimiento del nivel de la aptitud aerobia; b: frecuencia cardíaca comprendida entre 140 y 165 bpm: aumento de la aptitud aerobia; y c: frecuencia cardíaca comprendida entre 165 y 180 bpm: aumento máximo de la aptitud aerobia.
El entrenamiento por intervalos y el entrenamiento por distancia, si mejoran los dos la aptitud aerobia, no producen efectos exactamente similares: por ejemplo, en natación, el entrenamiento por intervalos o por distancias variables reduce la inercia de la puesta en marcha del sistema de transporte de oxígeno: los sistemas circulatorio y respiratorio pueden alcanzar muy rápidamente su nivel de actividad máxima. El entrenamiento por distancia no hace intervenir más de 3 a 5 veces la fase de puesta en marcha. Por otro lado, no permite mantener las cualidades de velocidad, ni la aptitud anaerobia. Por el contrario, este método desarrolla muy eficazmente la aptitud para mantener durante largo tiempo un consumo de oxígeno elevado.
Todo ello implica que el entreno de la aptitud aerobia debe comportar toda la gama de los entrenos por intervalo y entrenos por la distancia.
MEJORA DEL RENDIMIENTO
El desarrollo de la resistencia implica que el atleta aprenda a utilizar con el máximo de eficacia el potencial funcional de que dispone. Esta eficacia está condicionada por numerosos factores, tales como el funcionamiento armonioso del sistema de transporte del oxígeno, un dominio perfecto de la técnica de trabajo y una perfecta coordinación muscular durante la ejecución de las acciones de competición.
El desarrollo de todas estas cualidades durante el entrenamiento sólo puede ser asegurado por ejercicios que exciten a la vez, simultáneamente, diversas cualidades, por ejemplo, desarrollando simultáneamente cualidades físicas y técnica deportiva.
La cualidad del rendimiento depende, en gran parte, de la aptitud del atleta para utilizar eficazmente su metabolismo aerobio en las condiciones específicas de la disciplina. En un buen número de casos, Las contracciones musculares intensas pueden bloquear la circulación periférica y entorpecer la ventilación. Esto es especialmente visible en natación: en largas o medianas distancias, determinados nadadores cualificados no alcanzan el nivel de consumo de oxígeno al que podrían aspirar; esto está generalmente ligado a los valores relativamente débiles de su débito de ventilación pulmonar; no han sabido adaptar éste a las condiciones específicas del medio acuático.
Un buen medio para alcanzar un buen nivel de rendimiento es el de practicar los ejercicios a diferentes velocidades, tanto en estado estable como en diferentes niveles de fatiga. La variedad de los ejercicios permite igualmente cultivar otras cualidades: así, se puede obtener una disminución de la inercia del sistema de transporte del oxígeno por medio del entrenamiento por intervalos y el entrenamiento a velocidades variables, mientras que el entrenamiento por medio de la distancia a velocidad regular permite, al reducir las perturbaciones internas ligadas al ejercicio, sostener durante más tiempo un régimen elevado (I.P. Ratov, 1972).
Esta cualidad del rendimiento está ligada a la utilización eficaz de todas las cualidades físicas y especialmente de la fuerza. Gracias al trabajo con aparatos y sobrecarga, el entrenamiento debe llegar a la perfecta adecuación de las posibilidades máximas de los músculos que soportan el esfuerzo principal de la fuerza máxima desarrollada en competición. El olvido de este objetivo lleva a un trabajo superfluo negativo para el rendimiento. Esta es, pues, una ocasión más para recordar que, pasada la fase de preparación general, las cualidades físicas deben ser desarrolladas con una estructura del entrenamiento que sea específica de la intensidad y de la duración de las acciones de competición.
MEJORA DE LA ESTABILIDAD Y DE LAS POSIBILIDADES DE ADAPTACION DE LAS FUNCIONES MOTRICES Y VENTILATORIAS
Hemos precisado ya que la estabilidad de los logros motores y de las funciones vegetativas en las condiciones habituales, así como sus posibilidades de adaptación en caso de modificación de las condiciones externas o internas, son factores determinantes de la resistencia específica del atleta. Esto implica que el entrenamiento no se tiene que limitar al trabajo de las condiciones más generales (distancia, duración, velocidad) de las acciones de competición. Sólo cuando estos ejercicios se han realizado de manera regular se puede hablar del desarrollo total de la resistencia específica.
Este trabajo se puede asegurar haciendo realizar ejercicios en condiciones lo más próximas posibles a las que se encontrarán en el curso de las competiciones. Por ejemplo, si un nadador se entrena para la distancia de 100 m, se puede aplicar la secuencia siguiente: 50 m, 10 s de descanso-25 m, 5 s de descanso-25 m; si se entrena para 200 m: 100 m, 15 s de descanso-50 m, 10 s de descanso-25 m, 5 s de descanso-25 m; si se entrena para 400 m: 200 m, 20 s de descanso-100 m, 15 s de descanso-50 m, 15 s de descanso-50 m, 10 s de descanso-50 m. En todos los casos, la velocidad de nado debe ser exactamente la que se prevé para la competición; es esta velocidad lo que debe constituir el objetivo principal, dejando en segundo plano el ritmo o la distancia recorrida por movimiento.
En la práctica, los atletas se confiesan a menudo incapaces de mantener la velocidad prevista en la segunda mitad de la distancia de competición o durante las últimas fracciones de las series de entreno por intervalos. Esto se debe, ante todo, a la incapacidad en la cual se encuentran para coordinar de forma óptima los aspectos dinámicos, temporales y espaciales de la técnica deportiva, con las posibilidades funcionales de su organismo, en el momento preciso del ejercicio o de la acción de competición. El entrenamiento, por tanto, debe centrarse en el mantenimiento de una velocidad estable en condiciones variables, y especialmente en el refuerzo de la combinación óptima en las condiciones de una fatiga creciente.
Además, una parte del entrenamiento debe consagrarse a los cambios de ritmo: salidas, finish, de manera que no queden aislados los recorridos de las fracciones de la distancia de entreno de los demás componentes de la acción de competición.